En el fascinante mundo del paisajismo y la jardinería sostenible, la lavanda emerge como una de las plantas más emblemáticas y versátiles en el jardín sostenible.

La lavanda en el jardín sostenible

En este artículo, dedicado a explorar las maravillas de esta aromática especie, nos sumergiremos en la diversidad de tipos de lavanda en el jardín sostenible, destacando sus peculiaridades y características distintivas. Desde la encantadora Lavanda officinalis hasta la exquisita Lavandula pinnata, te invitamos a descubrir la riqueza que estas plantas aportan a tus espacios verdes. Si tu fascinación por plantas aromáticas va más allá de la lavanda, te recomendamos explorar nuestro post sobre los diferentes tipos de plantas aromáticas y medicinales en el blog de Apical Jardín.

Tipos de lavandas:

Lavanda officinalis o lavanda común: Esta especie, perteneciente a la familia de las labiadas, despliega tallos leñosos y hojas opuestas. Su floración en los primeros compases del verano da vida a inflorescencias moradas, atributo distintivo de esta variante. Más allá de su agradable fragancia, la lavanda officinalis se cultiva tanto por su valor ornamental como por sus propiedades medicinales, convirtiéndola en una elección cautivadora para cualquier diseño de paisajismo.

Lavandula angustifolia o espliego: Originaria de Europa, especialmente de Italia y Francia, esta lavanda se distingue por hojas verde-grisáceas de hasta seis centímetros de longitud. Con un porte arbustivo que alcanza aproximadamente metro y medio de altura.

Lavandula dentata: Proveniente del mediterráneo occidental, la lavándula dentata destaca por sus hojas dentadas en tallos leñosos. Con preferencia por suelos calizos y una altura cercana al metro y medio, esta especie exhibe hojas verde grisáceas y flores en espiga de color malva.

Lavandula latifolia: De origen español, esta lavanda emana un peculiar aroma, diferenciándose de otras especies. Sus hojas extensas y flores agrupadas en espigas violáceas la convierten en una opción apreciada por sus propiedades medicinales y su belleza ornamental.

Lavandula stoechas: Esta variedad, procedente de la cuenca mediterránea y la Macaronesia, destaca por sus flores dispuestas en inflorescencias compactas en forma de espiga cuadrangular, rematadas en tres brácteas de tonalidades violáceas o rojizas.

Lavandula lanata: Con hojas recubiertas por una fina capa lanosa, esta lavanda es propia de climas de montaña, siendo característica de la serranía de Ronda en Málaga. Sus espigas florales, de hasta 20 centímetros, exhiben un encantador color lila, convirtiéndola en una elección singular para jardines montañosos.

Lavandula viridis: Conocida como lavanda verde o cantueso verde. Esta especie, propia de la Sierra de Aracena en Huelva, presenta hojas lanceoladas de hasta 10 centímetros. Sus inflorescencias de color crema casi verdoso la distinguen de otras lavandas, siendo apreciada tanto por sus propiedades medicinales como por su atractivo ornamental.

Lavandula allardii: Este híbrido entre Lavandula latifolia y lavandula dentata, conocido como Lavanda de Allard, destaca en la jardinería por su valor ornamental. Su forma arbustiva de copa redondeada y flores de tonalidades lila o azul pálido la convierten en una opción llamativa para diseñadores paisajistas.

Lavandula canariensis: Endémica del archipiélago canario. Esta lavanda exhibe un aspecto distintivo con flores que difieren de otras variantes. Su altura de hasta metro y medio y sus flores de color morado único hacen de la Lavandula canariensis una elección única y autóctona para proyectos de paisajismo sostenible.

Lavandula Hybrida: Resultado de la hibridación entre Lavandula angustifolia y Lavandula latifolia. Esta lavanda, conocida como lavandín, destaca por su generosa floración, siendo apreciada por amantes de la jardinería. Cultivada por sus propiedades medicinales y aceite esencial, se convierte en una adición valiosa para espacios verdes conscientes.

Lavandula multifida: Creciendo cerca de la costa, esta lavanda africana presenta hojas muy divididas y cubiertas por una fina capa de pelo blancuzco. Sus inflorescencias, en tonalidades entre morado y añil, la hacen ideal para ambientes costeros.

Lavandula pinnata: Esta lavanda, originaria de Canarias y Madeira, se destaca por sus hojas en divisiones y sus inflorescencias agrupadas de tres en tres. Principalmente utilizada como planta ornamental, la Lavandula pinnata añade un toque de elegancia a cualquier diseño paisajístico.

Adéntrate en la riqueza de la lavanda, explora sus distintos tipos y descubre cómo estas asombrosas plantas pueden elevar la belleza y sostenibilidad de tu jardín. En Apical Jardín, sentimos una verdadera pasión por compartir contigo el cautivador universo del paisajismo y la jardinería sostenible. ¡Acompáñanos en este viaje verde y descubre un mundo de posibilidades para transformar tu espacio exterior!